Para el Partido Popular, la industria, la investigación, el desarrollo y la innovación constituyen una seña de identidad dentro de las políticas de apoyo al empleo y de estímulo a la economía.

Los números del actual presupuesto así lo demuestran. Cerca de 2.100 millones de euros destinados a la investigación, innovación, formación e inversión en el tejido productivo de Andalucía. Nunca antes la Junta de Andalucía había asumido un compromiso de financiación de actuaciones tan alto, destacando la Agencia IDEA que ha aumentado su dotación un 14% hasta alcanzar los 264 millones de euros, para que vuelva a ser un verdadero instrumento de dinamización al servicio del tejido empresarial de nuestra tierra con 190 millones destinados a incentivos para el desarrollo industrial, la mejora de la competitividad, la digitalización y la creación de empleo.

El gobierno que preside Juanma Moreno destina 1.516 millones a las Universidades Andaluzas, 49 más que en el año anterior, ayudando a su sostenibilidad tan amenazada en tiempos no tan lejanos. Unos recursos fundamentales para impulsar planes de Excelencia, Coordinación y Apoyo universitarios tan necesarios para desarrollar el talento en nuestra tierra.

Políticas de apoyo e impulso de la I+D+I que están logrando que Andalucía avance como nunca antes lo había hecho, situándose al frente de la inversión extranjera y alcanzando niveles de exportaciones nunca vistos, y en esto la industria, en su más amplia diversidad, tiene mucho que ver.

En 2021 Andalucía ha logrado un superávit comercial de 800 millones de euros frente al déficit del conjunto de España de 2.850 millones, cifras que avalan la buena gestión del Gobierno del Cambio. Desde el Partido Popular cimentamos el cambio de modelo productivo andaluz sobre la base del conocimiento, la innovación y la sostenibilidad, cambio que está siendo diseñado en la Estrategia para la Transformación Económica de Andalucía 2021-2027, un documento acorde con el nuevo marco presupuestario europeo, así como con el Plan de Recuperación para Europa, con su principal instrumento 'Next Generation'.

Todo este impulso regenerador también impregna a Jaén, provincia especialmente necesitada de estímulos, y una provincia aún por descubrir en su sector industrial. Jaén no es conocida por su industria, sino por su olivar y por su patrimonio natural y artístico. Sin embargo, esta provincia esconde uno de los mayores focos industriales de Andalucía. De hecho es la provincia oriental de Andalucía más industrializada. Más que Granada, Málaga y Almería, y por encima de la media andaluza.

Una industria que ha sido capaz de generar más empleo que el sector agrario. A día de hoy, en las industrias de nuestra provincia hay más personas trabajando que en la agricultura. El 14% de los jiennenses trabajan en este sector, un porcentaje similar a la media española y dos puntos por encima de la media andaluza. Un empleo, además, más estable que el que ofrece la agricultura y el sector servicios, con mejores condiciones laborales, con una amplia posibilidad de acoger perfiles formativos medios y altos, y con una alta demanda de servicios subsidiarios.

Todo ello hace de la industria un sector con una alta capacidad de fijar población en el territorio, y así lo sabemos en Martos y en Alcalá la Real, las dos únicas grandes poblaciones de la provincia que aumentan población frente al preocupante escenario de recesión demográfica que vive la provincia.

Jaén presenta una industria creciente y ambiciosa, pero de contenido tecnológico medio o bajo y poco avanzada en procesos de Investigación, Desarrollo e Innovación. Esto es consecuencia fundamental del predominio de pequeñas y medianas industrias con poca capacidad para avanzar en estos procesos y con ello generar valor añadido e incrementar su productividad. Por ello es importante el papel de los centros tecnológicos y de investigación como Andaltec, Citoliva, Innovarcilla o Cetemet, fundaciones amparadas por la Junta de Andalucía que aportan esa posibilidad de avanzar en la I+D+I a la pequeña y mediana industria.

También encontramos focos industriales de contenido tecnológico medio y alto en los sectores del plástico y de equipos electrónicos e informáticos, capaces de generar procesos de I+D+I con brillantes resultados.

El sector industrial de nuestra provincia se concentra en dos zonas: el Eje de la Nacional IV, y Eje Martos-Alcalá la Real. Y asociado a ello, la UJA, que a pesar de su modesto tamaño ofrece una de las mayores carteras de carreras técnicas de Andalucía, lo que permite que muchos jóvenes jiennenses tengan la oportunidad de desarrollar su proyecto de vida en nuestra provincia, o de exportar su talento a otros lugares.

Un talento que siempre ha existido en esta tierra para saber transformar las materias primas que nos ofrece la naturaleza, porque qué hemos sido los jiennenses sino prematuros industriales, expertos artesanos del trabajo del metal. No fue otra cosa que la riqueza minera del subsuelo andaluz lo que atrajo a las más primitivas culturas, y con ello la civilización a estas tierras. Cástulo fue la primera capital industrial de Andalucía en torno a la minería y la transformación del metal. Y hoy Linares recibe el impulso de la Junta de Andalucía para que vuelva a ser esa ciudad industrial de referencia para Jaén y Andalucía.

La cesión del parque industrial Santa Ana al Ayuntamiento sucedida en el mes de febrero, constituye un hito en el apoyo de la Junta de Andalucía a nuestra provincia y a su desarrollo económico, y supone poner en manos del Ayuntamiento las riendas del futuro de Linares. Lo que antes era inviable, con el Partido Popular ha sido posible.

Y ese mismo apoyo y aliento lo percibimos en el resto de la provincia, donde la Agencia IDEA apoya constantemente los proyectos industriales que poco a poco van haciendo de Jaén una pequeña gran potencia de la innovación y el desarrollo. Porque en Jaén hay talento, que nadie lo dude. Somos una tierra de capacidades y de ambiciones, pero a la que le cuesta generar las oportunidades que todos esperan. Por eso debemos aspirar a competir a nivel global expandiendo el potencial con el que contamos, y el Partido Popular tiene el compromiso de fomentar ese talento y de retenerlo aquí, en un tiempo en el que la riqueza ya no se mide por los recursos naturales o la posición geográfica de un territorio, sino por el talento de sus habitantes, por su capacidad para generar nuevas ideas, por generar innovación.

Debemos seguir fomentando el espíritu emprendedor desde edades tempranas, apoyar y animar a los jóvenes para que identifiquen y desarrollen el talento, fomentar la creatividad, la innovación basada en la experiencia y en el intercambio de ideas, para avanzar hacia la sociedad del conocimiento. En definitiva, en tener un sistema educativo que estimule el talento, no la mediocridad, y que apoye la competitividad bien entendida.

Competitividad, una palabra tabú en determinados círculos ideológicos y que debemos reivindicar desde el Partido Popular como propia y elemento clave para el desarrollo de nuestra sociedad. Si no aspiramos a más, si no queremos ser mejores, siempre seremos menos, más débiles, más superables. Y así es Andalucía hoy, más, mejor e insuperable gracias al trabajo del Partido Popular desde el Gobierno andaluz.